Priorat

El Priorat

Un pequeño mundo de relieve empinado y esencia mediterránea

La tierra, rota en mil ángulos de pizarra, es empinada y seca. Los vientos traen aromas de sotobosque mediterráneo. En el horizonte, siempre la roca clara de la sierra del Montsant. Entre pueblos y simas surcadas por los afluentes del río Siurana, suben cuestas cultivadas por siglos de trabajo duro. Estamos en un pequeño país bravo, intenso, reservado. Y hoy, de una vitalidad renovada.

Situada al sur de Cataluña, la comarca del Priorat es un pequeño mundo de relieve rudo y esencia rural. Una tierra adentro cerca del mar, sistema de valles y laderas donde la agricultura, dura y paciente, ha marcado el carácter del lugar. La definición del Priorat es esfuerzo y silencio, y no es hasta hace pocos años cuando su viticultura recupera el apogeo de un pasado brillante, ligado al dominio de la antigua cartuja d’Escaladei.

La DOQ Priorat

Historia, llicorella y viña

La Denominación de Origen Calificada Priorat ocupa una parte, justo el centro, de la comarca administrativa del Priorat. Tiene una superficie de 17.629 hectáreas, de las cuales casi 2.000, un 11%, son viñedos plantados sobre característicos suelos de llicorella.

La denominación comprende nueve municipios: Bellmunt del Priorat, Gratallops, Porrera, Poboleda, Torroja del Priorat, la Vilella Alta, La Vilella Baixa, el Lloar y la Morera de Montsant, que incluye el agregado de Escaladei, donde están las ruinas de la Cartuja. Además, quedan dentro de los límites de la denominación parte de los municipios de El Molar y de Falset, capital de la comarca administrativa.

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Área de la
comarca del Priorat

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DOQ Priorat

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de Barcelona

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del mar Mediterráneo

Coordenadas UTM: E3125 – N4558

Geografía

Pequeño país abrupto

Relieve difícil, condiciones duras, paisaje de ángulos fascinantes. Desde los cerros más altos, el Priorat parece un mar de olas de piedra oscura a poca distancia del mar de verdad, el Mediterráneo. El territorio está flanqueado por montañas de más altitud y de geología marcadamente diferente. Al norte, la imponente muralla de roca clara de la sierra del Montsant es uno de los grandes hitos del país, que alcanza 1.162 metros. A poniente, la sierra de La Figuera; al este, las sierras del Molló, de Pradell, de Llaberia y la emblemática Mola de Colldejou (921 m), siempre presente desde Mas d’en Gil.
La principal arteria geográfica del Priorat es el río Siurana, que con sus afluentes ha ido labrando una sucesión de valles estrechos. Sus aguas, muy escasas en verano, van a desembocar en el río Ebro, a pocos kilómetros al sur.

Geología

Un nacimiento remoto

En el mundo hay pocas viñas plantadas en una geología tan antigua como la del Priorat. La zona es una depresión muy erosionada y, por esta razón, de aspecto muy escarpado. En su entorno fracturado de desniveles, montañas y valles excavados por la sinuosa red del río Siurana, afloran pizarras y sucesiones graníticas: una piel rocosa, pobre y fría, testimonio visible de un sustrato geológico originado 400 millones de años atrás, al final de la Era Paleozoica. Su antigüedad extrema contrasta dramáticamente con las sierras que rodean el Priorat, de formación mesozoica y terciaria, mucho más reciente.

Clima

Tierra adentro cerca del mar

El Priorat es el escenario del choque de dos grandes influencias climáticas. La proximidad al mar Mediterráneo tiene una relevancia decisiva, que se manifiesta en veranos e inviernos secos y en primaveras y otoños húmedos, y que determina la prevalencia de los cultivos mediterráneos. Pero el clima del Priorat debe entenderse a partir de su compleja orografía. La compartimentación montañosa, el círculo de sierras altas que lo rodea y los escuálidos pero decisivos cursos fluviales son factores físicos que singularizan la comarca y ayudan a captar el vector continental que la afecta. Las bajas temperaturas invernales y la gran amplitud térmica hacen patente este influjo continental.
El régimen de vientos también es revelador. En general se observa el dominio del viento seco del noroeste, el cierzo o serè, que viene de tierra adentro, y por otro lado del viento refrescante del sureste, la garbinada mediterránea que alivia durante las horas de más calor en el árido y sofocante verano.

Temperatura media anual: 14 °C a 15 °C
Temperatura máxima media: alrededor de 20 °C
Temperatura mínima media: 9 °C a 10 °C
Temperatura máxima absoluta: 35 °C a 38 °C
Temperatura mínima absoluta: muy variable de año en año, desde 0 °C hasta -10°C
Humedad relativa media: 60% a 70%
Precipitación media anual: 400 mm

Entorno natural

El mediterráneo sufrido

Desde los puntos más bajos del Priorat hasta las puntas de colinas y crestas, se aprecia un componente vegetal típicamente mediterráneo. Una naturaleza contenida, adaptada y sufrida. Así, en las riberas angostas del Siurana y sus afluentes, se extienden franjas de arbolado de ribera, de fresco y húmedo verdor. Es casi un espejismo, sustituido pronto, a partir de los primeros desniveles escabrosos de las laderas, por el dominio de la encina, la Quercus ilex mediterránea, la serie de vegetación autóctona. En su sotobosque abunda el durillo, la aladierna, el madroño, la mata de lentisco, el enebro. En las solanas más secas, gana el resistente coscojal, moteado de pino carrasco y pletórico de los colores y los aromas del romero, el tomillo, el hinojo, la jara y el cantueso.

Historia

Las raíces espirituales

El Priorat vitivinícola tiene una historia profunda, iniciada en 1194 por el monasterio cartujo de Escaladei, situado a poco más de 15 kilómetros al norte de Mas d’en Gil. Cuenta la leyenda que en aquella lejana época dos caballeros enviados por el rey de Aragón Alfonso el Casto llegaron a los pies de la sierra del Montsant buscando un lugar idóneo para instalar una comunidad de monjes cartujos venidos de Provenza. La belleza solitaria y sobrenatural del Montsant les impresionó, y un pastor de la zona les contó que sobre el pino más alto del valle solía aparecer una escalera por donde los ángeles subían y bajaban del cielo. Los caballeros, sin dudarlo, decidieron construir el monasterio en el preciso lugar donde se encontraba el árbol.

A lo largo de los siglos, los monjes impulsaron y dominaron el cultivo de la vid y pusieron las bases de la personalidad de nuestros vinos. El mismo nombre de la comarca proviene de la figura del prior de esta cartuja levantada bajo imponentes riscos.

El gran hecho histórico que lo cambió todo fue la desamortización de los bienes eclesiásticos impulsada por el ministro Mendizábal en 1835, que obligó a los cartujos a marchar, y puso a subasta las antiguas propiedades del monasterio. Es el inicio de la época moderna del Priorat, que a finales del siglo XIX llega a tener 20.000 hectáreas de viñedo, 10 veces más que en la actualidad. Pero poco más tarde, la plaga de la filoxera y el éxodo de población hacia las ciudades industriales determinan la apatía del Priorat, que no comienza a recuperarse hasta casi el final del siglo XX. A lo largo de los años de decadencia sólo un pequeño grupo de elaboradores, entre ellos la Masía Barril –nombre comercial de los vinos de Mas d’en Gil entre 1931 y 1998–, fue capaz de mantener vivo el aliento de calidad y singularidad de los vinos prioratinos.